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Sevilla Roja

Aparece un gran mancha en el río debido a los trabajos del Metro. La incompetencia socialista, de nuevo al descubierto

Una gran mancha de una sustancia procedente de la tuneladora del Metro provocó ayer la alarma al permanecer durante varias horas en la lámina del río, junto al puente de San Telmo. La Junta restó importancia al incidente y destacó que la sustancia expelida no era contaminante, mientras que los ecologistas demandaron información más concreta sobre su composición.
Según fuentes de la Junta de Andalucía, la mancha se originó debido a una filtración del aditivo biodegradable que utiliza la maquinaria para compactar y homogeneizar los materiales extraídos del subsuelo. La filtración se produjo a primera hora de la mañana, formando un enorme círculo blanco sobre el agua a la altura del edificio del Cristina, aunque antes de las 15.00 horas ya se había diluido en el caudal de agua del río.
La Junta insistió ayer en el mínimo efecto contaminante del vertido. Así, destacó que se trató de un incidente «sin efectos nocivos» para el río y resaltaron que la mancha espumosa se formó a partir de una sustancia biodegradable y, según tales fuentes, no contaminante. Los Verdes, no obstante, desconfiaron de esta versión y exigieron ayer «a la UTE y a la administraciones responsables que se aclare el origen de la mancha y su composición exacta».
Sin embargo, y más allá del efecto medioambiental del vertido, la filtración enciende una nueva alarma en el tortuoso historial de la tuneladora, plagado de incidentes desde que se puso en marcha. Si la tuneladora trabaja seis metros por debajo del río y hay una placa de hormigón que protege su lecho, ¿Cómo se explica que una sustancia de la máquina llegue hasta el agua del Guadalquivir?
Según técnicos de la Junta, el incidente habría ocurrido al topar la tuneladora con una falla, un hueco lleno de grava y conectada con pequeñas corrientes que, según admiten, se filtran por debajo de la placa de hormigón. La llegada de la sustancia expelida por la tuneladora a través de la grava hasta estas pequeñas corrientes le habría liberado hasta la superficie, siempre según la Junta.
Ello no implica «en absoluto» un déficit de seguridad, insisten desde la Consejería, donde resaltan que el dispositivo está concebido para evitar la entrada del agua del río en el túnel, y no a la inversa. Ayer, la tuneladora siguió horadando bajo el río tras la filtración, y se espera que alcance la orilla opuesta en pocos días.

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